Participación de Depresiv a la RapidoComp3
De pie, con la gorra arrugada entre los puños y la mirada fija en una esquina del gabinete del Bibliotecario, el joven aprendiz transmite un aspecto de absoluta desolación. Siempre que llega el momento del examen anual y los nervios comienzan a acumularse en la boca de su estómago, se le puede ver en una posición de quietud semejante.
El Bibliotecario entra con una inmensa pila de libros polvorientos, mucho mayor de lo que cabrÃa esperar que un hombre de su edad pudiera levantar.
- ¡Pero bueno, criatura! ¡Alegra un poco esa cara! Vienes a hacer un examen, no a que te despellejen.