Gabriel ató una cuerda a la lámpara de su salón, enrolló el otro cabo en su cuello y luego con un puntapié volcó la silla sobre la que estaba subido, acabando asà con su propia existencia.
Varios dÃas después, el terrible olor que procedÃa de su piso alertó a su vecina, lo que permitió a la policÃa descubrir el cadáver. La carta que el ahorcado guardaba en su bolsillo reveló que detrás de este suicidio habÃa escondido algo más, un nuevo misterio que debes resolver.