La bella Tamar, la mujer de tus sueños, ha sido secuestrada por Morluck, y quién mejor para rescatarla que tú, el bocazas que le contó a todo el pueblo que era capaz de desintegrar a un gigante chasqueando los dedos. Si quieres conservar algo de honor y volver a mirar a la gente a la cara alguna vez, no te queda otra opción que entrar en los dominios del malvado brujo, y salir con la chica... aunque parece más probable que no salgas nunca.