"Después de renunciar a tu cargo y tras una abrasiva discusión, abandonaste las dependencias de la agencia secreta del gobierno británico, no sin cierto malestar pero muy seguro de tu decisión. SabÃas que esto no quedarÃa asÃ, pero habÃas tomado tu decisión. Te subiste a tu Lotus y te dirigiste a tu céntrico apartamento en Londres para recoger solo lo imprescindible e irte lo más lejos posible. En tu maleta pusiste lo necesario pero algo te llamó la atención. Intentando averiguar qué era, caÃste desmayado en el suelo, adormecido y sin sentido."